La
actitud y comportamiento del portero debe ser de respeto y tolerancia,
entendiendo que su valioso trabajo está orientado hacia la comunidad de
propietarios de un edificio o conjunto residencial, los cuales serían en
esencia sus empleadores originarios, puesto que los copropietarios son los que
eligen la Junta Directiva, para que los represente.
No
debe faltar los “buenos días, buenas tardes, buenas noches”, en el diario
contacto con los residentes del edificio.
Aun así debe mantener su condición de custodio del inmueble, y hacer las
observaciones o llamados de atención, de muy buenas maneras, cuando algunos
niños jugando, familiares o conocidos de algún propietario, o los propietarios
mismos, alteren el ornato y limpieza de las áreas comunes del edificio, rayen
los ascensores, ensucien el piso y los espejos, etc. De este tipo de acciones
debe informar a la empresa administradora o a la Junta Directiva, de ser el
caso.
HUMANIZACIÓN DE LAS RELACIONES DEL
PORTERO
El hecho de que el portero realice el trabajo más operativo que tiene un
edificio o conjunto residencial, no quiere decir que sea menos persona que el
resto de los residentes del inmueble. Para este trabajador tampoco debe faltar
los “buenos días, buenas tardes, buenas noches”. Como ser humano merece un
tanto de respeto y consideración, por parte de la comunidad de propietarios.
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planeamiento, supervisión y control del edificio garantizándote la
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