Es cierto que vivir en un edificio, ¿es vivir mejor, más seguro y en paz?
Administración de Edificios |
Cuando hablamos o nos referimos a la propiedad horizontal debemos entender ésta como un sistema de vivienda diseñado para vivir mejor, seguro y en paz.
¿Son estos resultados posibles al
vivir en comunidad bajo el régimen de propiedad horizontal?, ¿Por qué la
realidad es diferente a la teoría?
Considero que todo debe iniciar
bien desde el principio, por ello veamos un poco que pasa por la mente del
constructor al diseñar espacios de vivienda para la propiedad horizontal:
¿si le preguntamos al
constructor, quienes vivirán en la edificación que ha diseñado? La respuesta
más común es los seres humanos. ¡Es cierto los seres humanos, pero… también los
animales de compañía! Los animales de compañía, causantes de muchas diferencias
en la propiedad horizontal, y todo por la mala tenencia de los mismos. Qué
bueno sería que, así como se construye un parque para los niños se construyera
un patio para los animalitos, donde ellos acompañados de su amo, pudiesen hacer
sus necesidades fisiológicas. ¡Sencillo verdad! Y cuando diseñasen los
apartamentos, los dotaran de lavadora con torre secadora o un área más amplia
para la zona de labores, con ello evitaríamos la ropa en el balcón. La ropa en
el balcón…. otro causante de discordias. Si tan solo el constructor se
preocupase por educar, a la comunidad a la que le vende sus construcciones, en
lo que respecta a cómo vivir en propiedad horizontal; muchos problemas se
evitarían.
Siempre escuchamos decir a los
conocedores de las normas de propiedad horizontal, que el desconocimiento de
estas es una de las causales de la mala convivencia.
Yo diría que el desconocimiento
de las tres (3) premisas básicas para vivir en propiedad horizontal es la base
del caos, por ello es necesario que conozcamos estas premisas y con seguridad
se disminuirán en gran parte las diferencias en propiedad horizontal.
Acabar con las diferencias no es
posible, ya que es la esencia de la vida y está radica en ello.
¿Cuáles son esas premisas que me
permitirán mejorar la convivencia en las comunidades sometidas al régimen de
propiedad horizontal?
1. Mi piso es el techo de mi vecino
2. Mi vecino es el familiar más cercano
3. Lo mío es mío…. pero lo común es de todos!
Es tan sencillo entender el
significado de estas premisas, porque la solución a todos los problemas está en
soluciones sencillas y elementales.
Si yo logro comprender que en
propiedad horizontal mi piso es el techo de mi vecino, pensaría dos veces en
taconear, en rodar las sillas o los muebles, sería más diligente al corregir la
fuga de agua de la ducha, o en re fraguar el enchape del piso de la lava
traperos, etc.
Gran porcentaje de los robos en
propiedad horizontal son internos, y esto se tiende a acrecentar debido a que
los vecinos en un piso, o en una edificación no se conocen y lo peor no se
preocupan en conocerse. Resulta que en las situaciones de emergencia es el
vecino el que está ahí para tender la mano; es ese vecino el que nos socorre,
ese vecino que, aunque no nos guste, formamos junto con él, una gran familia
viviendo en una gran edificación.
Es común escuchar a los vecinos
decir, ¡éste es mi apartamento! ¿Y qué es el apartamento? Es un espacio rodeado
por elementos comunes: El piso es común, el techo es común, los muros son
comunes, la fachada, con sus ventanas, es común, el lado de afuera de la puerta
es común…el 70% de la edificación es común, sólo el 30% es privado y
generalmente está en el aire. Y lo común es de todos. El animal de compañía es
mío, eso es cierto, pero si este se defeca en el jardín, el jardín es de todos,
me corresponde entonces, a mi como dueño, recoger las excretas.
Para vivir en propiedad
horizontal debo ejercer y practicar el pensamiento colectivo, no el individual.
Si no puedo entender esto, entonces usted, perdone que se lo diga, NO debe
vivir en propiedad horizontal.
Los invito a cumplir con las
normas de convivencia, los invito a practicar los valores del respeto, la
humildad, la solidaridad y el amor, con ello garantizamos una sana y pacífica
convivencia. Estamos viviendo momentos difíciles donde la vanidad, el egoísmo y
la vida fácil nos alejan de lo esencial, la familia, la amistad y el amor. La
propiedad horizontal nos permite estar juntos, pero no revueltos, nos brinda
seguridad.
Autor: Horacio de Jesús Torres Berdugo