COMO VIVIR EN ARMONIA
![]() |
administrcion de edificios |
Todos recordamos el programa El chavo del 8. Allí
convivían distintos personajes: cada uno con sus creencias, costumbres y forma
particular de ser, a los que alguna vez escuchamos cantar aquello de “Qué
bonita vecindad, qué bonita vecindad…”. Lo mismo pasa en la convivencia dentro
de un edificio, pero no siempre todo son sonrisas.
Cuando uno compra una propiedad, no sabe qué vecinos tendrá. Si al interior de una familia puede haber discusiones, contrariedades y diferencias, imaginemos qué sucede cuando debemos vivir en armonía con personas con las que solo nos une vivir en el mismo edificio. Aunque haya diferencias, lo que debe unir a todos es el deseo de que con el tiempo el valor de la propiedad se mantenga o incremente. Y para ello es necesario que la convivencia, las buenas costumbres y la prevención del deterioro sean parte importante en la toma de decisiones.
UN BUEN
REGLAMENTO INTERNO
Es el inicio de la buena convivencia, todo depende de la
disposición para respetar los derechos de los vecinos. Es importante tener
reglas estipuladas formalmente y realizar reuniones una o dos veces al mes para
actualizar las reglas y mejorar la convivencia.
LA
ADMINISTRACIÓN
Una buena junta de propietarios representa a los vecinos
y debe velar por las mejoras, así como fomentar el respeto mutuo, liderar el
trabajo en equipo, entre otros. Para ello, debe tener como brazo derecho a una
buena administración para obtener mejores resultados. La administración de un
edificio es un trabajo complejo que conlleva gran responsabilidad, por lo que
tener una empresa que se encargue de ello es una de las mejores decisiones que
se puedan tomar.
USO DE
LAS ÁREAS COMUNES
En algunos edificios hay espacios públicos para el uso
común: piscina, gimnasio, salón de juegos o social, hall de ingreso y espera,
entre otros, que permiten tener una mejor calidad de vida. Si estos espacios
son bien utilizados, pueden mejorar la relación entre los vecinos, pero si no
es así, pueden generar conflictos. Cuando las áreas comunes se encuentran
deterioradas o les falta limpieza y mantenimiento, nos afectan y hacen que, por
ejemplo, no nos sintamos cómodos cuando nos visitan familiares o amistades.
Cuando eso pasa, estos espacios no suman al edificio, sino restan. Es
recomendable que la Junta de Propietarios, con el apoyo de la administración y
todos los vecinos, respete el cuadro de mantenimiento y verifiquen el estado y
la parte decorativa de las áreas comunes.
Todos podemos gozar de áreas comunes bonitas y
acogedoras. Todo es cuestión de recordar que tu libertad termina donde empieza
la del otro.